UN TEXTO CORTO ACERCA DE LA NECESIDAD DE UN SHEIJ


Extraído de AYYUHAL WALAD, por Imam al-Ghazali



Ahora os explicaré lo que es necesario para auellos que escogen viajar por el camino de la Verdad (siratul Mustaqim). Sabed que es esencial para vosotros que os apeguéis a un Guía y Maestro Espiritual quien, a través de sus enseñanzas espirituales, os purifique de las malas tendencias, reemplazándolas por nobleza de carácter. Y la definición de esta “educación espiritual” puede compararse a la del (agricultor) que quita las espinas y arranca las malas hierbas de las plantas jóvenes, de manera que puedan crecer en perfección. Es necesario para el viajero (salik) unirse a un maestro espiritual, que lo guíe e instruya en su viaje hacia Allah el Más Alto, porque Allah Mismo envió a Sus adoradores un Profeta que los guiara en Su camino. El Profeta, a su vez, ha dejado tras de sí a aquellos que actúan como sus sucesores, y que guían al camino de Allah. La condición necesaria, que cualifica al guía para actuar como el vicerregente del Profeta, es que tiene que estar profundamente instruido, aunque esta condición no es suficiente, porque no todo hombre educado está cualificado por este aprendizaje para ser un sucesor del Profeta.


Ahora os voy a explicar de manera general los signos por los que podéis reconocer un guía verdadero, para que no sea posible para cualquiera reclamar este puesto. Decimos: El que renuncia al amor por el mundo y al deseo de rango; y aquel que sigue a un guía iluminado, cuya cadena espiritual se extiende en secuencia ininterrumpida hasta Muhammad, el Señor de los Mensajeros (que la paz y las bendiciones de Allah estén sobre él); y aquel que es excelente en refinarse a sí mismo observando modestia en el comer, el hablar y el dormir, y por la mucha oración, limosna y ayuno; y aquel quien, en imitación de un guía iluminado, hace de la virtud su modo de vida –entre éstas se cuentan la paciencia, la oración, (...) la alabanza, el contar con Allah, la certitud del conocimiento, la generosidad, el contentamiento, la paz interior, la clemencia, la humildad, el conocimiento, la veracidad, la modestia, la fiabilidad, la sobriedad, la tranquilidad y la perseverancia. Quien cumple con estos requisitos puede ser considerado una luz de las luces del Profeta, y merecedor de ser imitado.

De todas formas, estas personas son difíciles de encontrar y, si se encuentran, son más poderosos que el azufre rojo (al-kibrit al-ahmar).

LA POESÍA EN CUARTETOS DE RUMI. UN LIBRO IMPRESCINDIBLE PARA CONOCER A JALALUDDIN RUMI, Y LA RELACIÓN DE SU OBRA CON EL ISLAM. (Español)




Los Cuartetos poéticos de Rumi:



Ruba'iyat-é Jalaluddin Muhammad Balkhi-Rumi
Traducción completa, con el texto en persa, Comentario místico Islámico, Glosario, y Concordancias con otras traducciones.

San Rafael, CA: Sophia Perennis, 2008.

Encuadernación en rústica: 764ISBN: 978-1-59731-450-3

[Los libros pueden ser enviados desde Estados Unidos y desde el Reino Unido]

ISBN 978-1-59731-450-3; $29.95, £19.50, €21.00


Índice:

Prólogo—Prefacio—Introducción
CAPÍTULO UNO: ALGUNOS TEMAS DE LA VIDA DE MAWLANA
Poesía—Prácticas Religiosas-Las Estaciones-Diversos Tipos de Gente-La Llamada del Amor

CAPÍTULO DOS: AMOR DEL AMADO HUMANO
Cualidades del Amado-La Conducta del Amado-Estados del Amante-El Amante habla al Amado

CAPÍTULO TRES: AMOR METAFÓRICO QUE SE CONVIERTE EN AMOR REAL
Cualidades del Amado-Conducta del Amado-Estados del Amante-En el Umbral del Amor Verdadero-Discursos con el Amado

CAPÍTULO CUATRO: AMOR DIVINO
El Alto Estado de la Humanidad-En la Presencia de Dios-El Deseo de la Unión-Los Estados del Amante-Oraciones devocionales

CAPÍTULO CINCO: CONSEJOS AL DISCÍPULO Y ASPIRANTE

APÉNDICES
I: Cuartetos atribuidos incorrectamente a Mawlana
Apéndice II: Cuartetos no traducidos
Apéndice III: Cuartetos que se encuentran únicamente en el último manuscrito inicial de Foruzanfar
Apéndice IV: Cuartetos árabes
Apéndice V: Concordancia con cuartetos de versiones y traducciones anteriores
Apéndice VI: Manual de términos islámicos, y sufíes islámicos, utilizados en la poesía persa
Apéndice VII: Relación de términos en inglés del manual
Apéndice VIII: Relación de nombres en el manual
Apéndice IX: Relación de términos persas y árabes en el manual
Bibliografía


Descripción:

Esta es la primera traducción completa de los cerca de 2.000 cuartetos atribuidos a Jalaluddin Rumi, el famoso poeta místico del siglo XIII. Es el resultado de más de 22 años de colaboración entre un experto americano en Rumi y un experto afgano en literatura persa. Está dirigido a una amplia variedad de admiradores de la poesía de Mawlana Rumi: no únicamente a los especialistas, sino a lectores del público en general, que busquen una comprensión más profunda de sus enseñanzas espirituales, frente a la que puedan ofrecer los libros más difundidos en este momento (con frecuencia versiones interpretativas, de las que se afirma que son traducciones); así como aquellos interesados en el misiticismo religioso en general, y el misticismo islámico (sufismo) en particular.
Los cuartetos están ordenados según etapas y temas, del “amante y amado” (discípulo espiritual y maestro sufí). La mayor parte de las traducciones están seguidas por notas explicativas: aquellas dirigidas al lector general tienen asteriscos, y refieren con frecuencia a las Notas, un glosario situado en los apéndices. Los lectores que tienen acceso a traducciones y versiones publicadas anteriormente de los cuartetos, pueden utilizar el apéndice de Concordancias para realizar comparaciones. Algunos cuartetos de los primeros manuscritos, que se ha descubierto que fueron compuestos por poetas anteriores, han sido identificados y situados en otro apéndice.
Pocos de los cuartetos habían sido traducidos anteriormente por expertos; los cuartetos de los libros más difundidos normalmente son versiones distorsionadas, traducidos sobre todo por autores que no concen el persa, por lo que tienden con frecuencia a omitir, cambiar o añadir. Aquí, los poemas se presentan en el contexto de la poesía sufí islámica, en lengua persa, de hace 800 años: “vino” y “embriaguez” no se refieren a intoxicación alcohólica, sino que son metáforas del “sabor místico” de la gracia y éxtasis espiritual. El anhelo del amante y el amor modesto no son “románticos”, sino que se trata del amor espiritual del buscador por su guía sufí. Este amor es un medio que lleva al objetivo de la adoración pura de Dios El Más Alto, el “único Amado”, que requiere modestia y “ahogamiento” místico en la realidad descrita en el Qur’an: “Todo perece excepto Su Rostro”.



La erudita labor de amor de Gamard y Farhadi presenta los cuartetos de Rumi en toda su profundidad lingüística y poética, en un texto paralelo en persa e inglés, con doctas anotaciones eruditas. Los expertos, los estudiantes, y los lectores de Rumi en general, encontrarán mucho aquí de qué deleitarse, impresionarse e instruirse. Esta importante contribución a la literatura sobre Rumi en inglés, no sólo profundiza nuestro conocimiento de la composición y transmisión textual de sus cuartetos, sino que también ilustra vívidamente la signficación de los Ruba’iyat de Rumi, para comprender mejor la vida y pensamiento de este cautivador poeta.
Franklin Lewis, Universidad de Chicago, autor de “Rumi: Pasado y Presente, Este y Oeste”, y “Rumi: Tragando el Sol”.

Esta contribución tan bienvenida a la literatura sobre Rumi, es el fruto de muchos años de esfuerzo en colaboración por parte de dos entregados expertos, ambos familiarizados ampliamente con el contexto histórico, cultural y religioso de Rumi. Hasta el momento, los cuartetos de Rumi habían recibido poca atención por parte de los eruditos, aunque resumen sus enseñanzas de una forma concisa y emotiva. Las personas que hablan persa, y los estudiantes de los idiomas islámicos, estarán encantados de ver que los traductores han proporcionado el texto original en persa, en lugar de esconderlo tras vagas referencias –como es el caso con tanta frecuencia en las presentaciones más populares de la poesía de Rumi.
William C. Chittick, Universidad Estatal de Nueva York, autor de “El Camino Sufí del Amor: Las Enseñanzas Espirituales de Rumi”.

Desde el punto de vista de los escritores, después de tener en cuenta todos los requisitos de la valoración y la crítica literaria, podemos considerar unos 500 de estos ruba’iyat como las más finas obras maestras de la literatura persa.
A. J. Arberry. Universidad de Cambridge, autor de “Los Ruab’iyat de Jala al-Din Rumi”, y “Poemas Místicos de Rumi”.

En el mundo occidental actual, especialmente en los Estados Unidos, existe un gran interés por los poemas de Rumi. Poetas y escritores han traducido sus poemas al inglés, usualmente realizando nuevas versiones con la ayuda de traducciones previas. En algunas de estas traducciones, no trabajan directamente desde el original, interpretando además los pensamientos e ideas de Rumi utilizando sus propios puntos de vista, lo cual crea un Rumi diferente del que realmente existió. En el presente trabajo, los Cuartetos se presentan en el persa original, conjuntamente con traducciones al inglés, ordenadas por temas. Además, cada cuarteto viene seguido por explicaciones de palabras concretas que son necesarias para una mejor comprensión del significado pretendido por Rumi. Felicito al distinguido erudito y político A.G. Rawan Farhadi, y a nuestro apreciado amigo Mevlevi, Ibrahim W. Gamard, por este trabajo, preparado según los estándares académicos, así como por sus servicios a Rumi.
Faruk Hemdem Chelebi (descendiente directo de 22ava generación de Hazrat-é Mawlana Jalaluddin Rumi, líder hereditario de la Orden Sufí Mevelevi, y Presidente de la Fundación Internacional Mevlana).



Sobre los autores:

Rawan Farhadi recibió conocimientos del sufismo de su padre, Abdul Baqi (fall. 1950), profesor de literatura persa y discípulo de la tradición sufí Naqshbandi en Kabul, Afganistán. Rawan estudió en París (1950-55) con Louis Massignon, donde recibió su doctorado. Pasó años estudiando y editando poesía sufí persa clásica, estudiando asimismo la lengua persa con Emile Benveniste. Conoció personalmente, e intercambió puntos de vista acerca de la poesía de Mawlana, con los principales eruditos afganos e iraníes. Además, conoció (y ayudó) a Eva de Vitray-Meyerovitch (traductora de los trabajos de Mawlana al francés). Enseñó Literatura persa en la Sorbonne Nouvelle de París, y en la Universidad de California, en Berkeley. Es el autor de “Abdullah Ansanri de Herat: Un Maestro Sufí Primigenio”. Por último, fue el embajador afgano en Francia hace unos años, y más recientemente el embajador afgano para las Naciones Unidas (1993-2006). En este momento está retirado y reside en París.

Ibraham Gamard es licenciado en Psicología de profesión, recibiendo su doctorado en 1986. Estudiante del sufismo desde hace más de treinta y cinco años, se convirtió al Islam en 1984. Forma parte desde 1976 de la tradición de sufismo islámico Mevlevi (Mawlawi) (tradición con 700 años de antigüedad, que se originó desde el mismo Mawlana). En 2007 fue nombrado Sheij Mevlevi, o maestro autorizado, por Faruk Hemdem Chelebi, descendiente directo de 22ava generación de Mawlana, y líder internacional de la tradición Mevlevi. Gamard es el autor de “Rumi y el Islam: Selección de sus historias, poemas y discursos”. Vive en el Norte de California. La foto adjunta es del Dr. Farhadi (izquierda) y el Dr. Gamard (derecha), tomada frente a la tumba de Hazrat-é Mawlana Jalâluddîn Muhammad Balkhi-Rûmi, en Konya, Turquía.





Traducción completa de cercade 2.000 Cuartetos atribuidos a Mawlana Rumi.

Daru ‘l-Masnavi.org anuncia la publicación de los Cuartetos de Rumi, Rubâ’îyât-é Jalâluddîn Muhammad Balkhî-Rûmî

(Los libros pueden obtenerse por Internet, desde el 22 de junio de 2009)
(Los libros pueden ser enviados desde Estados Unidos o desde el Reino Unido)

ISBN 978-1-59731-450-3; $29.95, £19.50
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Traducido por
Ibrâhîm W. Gamard
y A. G. Rawân Farhâdî

TRADUCCIÓN COMPLETA CON EL TEXTO EN PERSA, COMENTARIO MÍSTICO ISLÁMICO, GLOSARIO Y CONCORDANCIA

La primera traducción completa al inglés de los cuartetos –más de 700 páginas-, basadas en el persa de la edición Forûzânfar original, completa y no corrupta –traducidos con atención a los usos idiomáticos de Rumi, con la colaboración de un erudito de Afganistán, cuyo persa nativo se mantiene cercano al propio de Rumi.
Los “versionadores” de la poesía de Jalâluddîn Rûmî han contribuido a que sea hoy en día quizá el poeta más popular en lengua inglesa. Pero no han servido a su intención con el mismo celo, al retratarlo frecuentemente como un místico “universal”, que de alguna forma había “trascendido” el Islam, aunque su celebrado Mathnawi se haya llamado “el Qur’an en lengua persa”. Ibrâhîm W. Gamard y A. G. Rawân Farhâdî han trabajado para enderezar esta situación, y demostrar que la universidad de Mawlânaâ Rûmî es inseparable de su Islam –de la profundidad de su Islam.

El libro se puede encargar en AMAZON en BARNES AND NOBLE y en otras librerías de Internet.
También puede encargar el libro directamente a la EDITORIAL, www.sophiaperennis.com

Para más información, contactar con Sufi-Dari Books/Sophia Perennis, en: jameswetmore@mac.com, o info@sophiaperennis.com

SHARI`AH, TARIQAH, AND HAQIQAH. (Español)



Marrakesh. Marruecos.

Traducido por Mariam Nur

Sharî`ah, Tarîqah y Haqîqah
Seyyid Hossein Nasr
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La Tarîqah or Camino Espiritual conocido habitualmente como Tasawwuf o Sufismo, es la dimensión interna y esotérica del Islam y, al igual que la Sharî’ah, tiene sus raíces en el Corán y en la práctica profética. Al ser el corazón del mensaje islámico está, igual que el corazón físico, oculto a la visión externa; aunque, nuevamente al igual que el corazón, es la fuente interior de vida, y el centro que coordina internamente todo el organismo religioso del Islam. La Tarîqah es el aspecto más sutil y difícil de comprender del Islam y, al mismo tiempo, sus efectos externos pueden verse en numerosas manifestaciones de la civilización y de la sociedad islámica. Nuestra tarea... (aquí es) delinear los principios esenciales de la Tarîqah, y sus raíces coránicas, para delimitar los rasgos que caracterizan la espiritualidad islámica, de la cual la Tarîqah es el guardián, y a la que provee con los medios para realizarse.
Tal como se ha señalado (anteriormente), la Sharî’ah es la Ley Divina, en virtud de cuya aceptación las personas se convierten en musulmanes. Sólo viviendo de acuerdo con la misma, puede el hombre ganar el equilibrio que es la base necesaria para entrar en el Camino o Tarîqah. Únicamente un hombre que puede caminar sobre tierra llana puede confiar en subir una montaña. Sin tomar parte en la Sharî’ah, la vida de la Tarîqah sería imposible. De hecho, esta última está entretejida, en sus prácticas y actitudes, con las prácticas prescritas por la Sharî’ah.

Algunos de los maestros sufíes tradicionales, especialmente aquellos de la orden Shadhiliyah, han utilizado el símbolo geométrico del círculo para describir la relación entre estas dimensiones fundamentales del Islam. Desde cualquier punto en el espacio se puede generar un círculo conteniendo un número indefinido de radios, que conectan todo punto de la circunferencia del círculo con el Centro. La circunferencia es la Sharî’ah, cuya totalidad abarca el conjunto de la comunidad musulmana. Cada musulmán, en virtud de su aceptación de la Ley Divina, es un punto sobre este círculo. Los radios simbolizan las Turuq (plural de Tarîqah). Cada radio es un camino que lleva desde la circunferencia hasta el Centro. Y los sufíes dicen que hay tantos caminos hacia Dios como hijos de Adán. La Tarîqah, que existe bajo muchas formas diferentes, según los diferentes temperamentos espirituales y las necesidades de los hombres, es el radio que conecta cada punto con el Centro. Es únicamente en virtud de estar situado sobre la circunferencia, o sea, de aceptar la Sharî’ah, que el hombre puede ver ante sí el radio que le conduce al Centro. Únicamente siguiendo la Sharî’ah se puede hacer realidad la posibilidad de abrir la puerta a la vida espiritual.
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Samarkanda. Uzbekistán.



Finalmente, en el Centro está la Haqîqah o Verdad, que es la fuente tanto de la Tarîqah como de la Sharî’ah. Igual que en geometría el punto genera tanto los radios como la circunferencia, metafísicamente la Haqîqah crea tanto la Tarîqah como la Sharî’ah, Haqîqah o Centro que está “en todas partes y en ningún lugar”. Tanto la Ley como el Camino han sido llevados a la existencia de forma independiente por Dios, quien es la Verdad. Y ambos reflejan el Centro de formas diferentes. Participar en la Sharî’ah es vivir en el reflejo del Centro o Unidad, porque la circunferencia es el reflejo del Centro. Por ello, es la causa suficiente y necesaria de vivir una vida completa y “salvarse”. Pero siempre existen aquellos cuya constitución interna es de tal forma, que no pueden vivir únicamente en el reflejo del Centro, sino que buscan llegar hasta él. Su Islam es caminar sobre el Camino hacia el Centro. Para ellos, la Tarîqah es el medio providencial por el que pueden alcanzar ese Fin u Objetivo final, esa Haqîqah que es el Origen de todas las cosas, desde la cual se origina la tradición integral que comprende la Ley y el Camino, o la circunferencia y los radios.

Aunque el Islam en su totalidad ha sido capaz de preservar a lo largo de su historia un equilibrio entre las dos dimensiones de la Ley y el Camino, ocasionalmente han surgido quienes han enfatizado el uno a expensas del otro. Han sido aquellos que han negado los radios en favor de la circunferencia, que han negado la validez de la Tarîqah a la luz de la Sharî’ah. Algunos de ellos han tenido la función, como guardianes de la Sharî’ah, de defender su absoluta necesidad, mientras en otro nivel han aceptado, e incluso participado ellos mismos en la Tarîqah. Tales hombres son denominados ‘ulamâ’ al-zâhir, los doctores de la Ley, cuyo deber es guardar y preservar las enseñanzas de la Ley Sagrada. Otros han llegado al punto de negar completamente el Camino, satisfaciéndose únicamente con una interpretación externa de la religión. Son los ‘ulamâ superficiales (qishrî), que romperían la balanza y el equilibro entre las dimensiones exotéricas y esotéricas, en el caso de que dominaran el total de la comunidad musulmana. Pero, aunque determinada tendencia muy conectada con esta visión ha ganado ascendencia en determinados ámbitos, como reacción contra el occidente moderno, tal punto de vista nunca ha prevalecido en el conjunto de la ortodoxia, permaneciendo en una posición periférica. Para la vasta mayoría de los musulmanes ortodoxos, el sufí sigue siendo un musulmán devoto, que es respetado por la profundidad de su vida religiosa, aunque no todo lo que hace o practica sea conocido o comprendido por el resto de la comunidad en general.

Por otro lado, también han existido aquellos que han intentado ocasionalmente romper el equilibrio en favor de la Tarîqah, como si fuera posible que existiera el Camino en el mundo, sin la Ley que es su escudo exterior y lo protege de la influencia abrasadora del mundo. De hecho, muchos de los movimientos que han terminado en la creación de sectas, o incluso en desviación y ruptura total con la ortodoxia del Islam, han tenido lugar como intentos de exteriorizar el esoterismo sin el apoyo de la Sharî’ah. En general, muchas sectas pseudo-religiosas y desviadas, se inician en un ámbito esotérico que, al romper el molde protector de la Sharî’ah, se desvían de su naturaleza original, dando como resultado pequeñas sectas relativamente inocuas, hasta pseudo-religiones realmente dañinas, en función del clima en que crezcan tales movimientos.

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Córdoba. España.



De todos modos, el Islam en su totalidad, ha sido capaz de preservar este equilibro entre lo exotérico y lo esotérico, o lo tafsir y lo ta’wil, en lo que respecta a la interpretación coránica. La ortodoxia predominante en la comunidad musulmana ha sido siempre capaz de prevalecer y de impedir, tanto que la Ley ahogue al Camino, como que el Camino rompa el molde de la Ley, destruyendo con ello el equilibrio de la sociedad islámica. La vitalidad religiosa y espiritual del Islam ha venido de la presencia de ambas dimensiones en todas las épocas, habiendo constituido una tradición religiosa integral, capaz de crear una sociedad religiosa y las normas para una vida espiritual interior. Según la conocida imagen sufí, el Islam sería como una nuez, en la que la cáscara es como la Sharî’ah, la nuez como la Tarîqah, y el aceite, invisible aunque presente, la Haqîqah. Una nuez sin cáscara no podría crecer en el mundo natural, y sin interior, no tendría un final o propósito. La Sharî’ah sin la Tarîqah sería como un cuerpo sin alma, y la Tarîaqh sin la Sharî’ah se habría privado de soporte externo, por lo que simplemente no podría subsistir y manifestarse en este mundo. Para la totalidad de la tradición, tanto la una como la otra son absolutamente necesarias.

Muchos de los dichos de los maestros sufíes, que en la superficie parecen romper o negar la Sharî’ah, deben comprenderse en el contexto de las condiciones que prevalecían en su momento, y la audiencia a quien iban dirigidas. Si un Hafez escribió que uno debe tirar lejos su alfombra de oración, o un Ibn ‘Arabi escribió que su corazón era el templo de los adoradores de ídolos, ello no implica que tales maestros estuvieran negando la Ley Divina. De hecho, se estaban dirigiendo a una audencia para quienes la práctica de la Sharî’ah se daba por sentada, y les estaban invitando a trascender el mundo de las formas, penetrando en el significado interior de la Sharî’ah. Existe un mundo de diferencia entre una comunidad en la que todo el mundo practica la Ley Divina, y uno en el que nadie lo hace.



Hoy en día, muchos quieren trascender el mundo de las formas, sin poseer las formas. Quieren quemar los rollos, por utilizar un término budista, sin tener los rollos. Pero el hombre no puede tirar lo que no tiene. Los sufís que invitaban a otros a rechazar las formas externas, se estaban dirigiendo a personas que ya poseían estas formas. No había el peligro de caer por un abandono de las formas; la Sharî’ah estaba siempre presente, para impedir tal peligro. Hoy existen muchas personas que viven sin una forma religiosa, y confunden la trascendencia de las formas de lo alto, con la caída por abandonar las formas. La Tarîaqh no puede alcanzarse más que a través de la Sharî’ah, y la negación aparente del Camino no lo es de la Sharî’ah en sí misma, sino de limitar la Verdad a las formas externas únicamente. Nada más lejos de la intención de los sufíes que romper con la Sharî’ah e introducir algún tipo de individualismo o revuelta contra las formas religiosas, que algunos modernistas quisieran llevar a cabo en nombre del sufismo. La libertad que provee la Tarîqah a través de la aceptación y consiguiente trascendencia de las normas de la Ley Divina, está en las antípodas de la “libertad” cuantitativa o del rechazo de la Ley Divina. Uno se parece al otro en el mismo sentido en que Satán es el mono de Dios. Únicamente un alma simple, o alguien que no quiere comprender, puede confundir una libertad con la otra. No se puede rechazar un exotericismo en nombre de un esotericismo que no se posee. El árbol se juzga por su fruto, por lo que no se necesita una prueba mejor de la futilidad de tales intentos, que el amargo fruto que han dado.

Ni se necesita una prueba mejor de la conexión interna entre la Tarîqah y la Sharî’ah, que el hecho de que en muchas regiones del mundo el Islam se extendió a través del sufismo. En ciertas áreas de la India, en el Sudeste de Asia y en la mayor parte de África, el Islam se extendió primero a través del ejemplo personal de los maestros sufíes y del establecimiento de alguna orden sufí. Únicamente después se difundió la Sharî’ah y el Islam fue ampliamente aceptado. Si el sufismo hubiera sido una intrusión extraña en el Islam, como muchos orientalistas quisieran hacernos creer, ¿cómo hubiera podido servir de punta de lanza para la difusión de la Sharî’ah? Es el vínculo interno entre la Ley y el Camino el que ha hecho posible la difusión del Islam en muchas zonas, a través de maestros y santos sufíes que han dado un ejemplo viviente de la espiritualidad islámica.

De: Ideales y Realidades del Islam, S H Nasr.

Shiraz. Irán.